jueves, 17 de abril de 2008

Aurora






El mundo perdió la bondad.

miércoles, 9 de abril de 2008

La primera mitad Perdida



Algunas de las modas que crecieron en los últimos dos años en la incansable ciudad de Buenos Aires son tomar Coca Cola Light, dejar de fumar y, probablemente la favorita, mirar LOST, una serie dirigida y escrita por J.J. Abrams (creador de Alias), que relata, en líneas generales, la situación de 48 sobrevivientes de un accidente aéreo que iba de Australia a Estados Unidos, y, puntualmente, la vida de, entre subas y bajas, alrededor de 14 de ellos.

Cada capítulo está presentado de una manera interesante y original: se intercalan escenas de la progresiva supervivencia de las víctimas (desde un muy bien logrado accidente, hasta el asentamiento casi total de los personajes), con flashes de la vida de cada uno de los principales protagonistas, minutos y horas antes de abordar el avión. Esto logra que el show sea muy llevadero e intrigante desde innumerables puntos: los misterios dentro de la isla a veces pasan a un segundo plano por las interrogantes que dejan las vidas pasadas de nuestros héroes.

Para analizar ínfimamente algunos aspectos de la historia, debería ir un poco más allá en el resumen y explicar ciertas puntualidades. Con la asunción de que mis lectores ya vieron el programa y haciendo una considerable economía de la palabra: no están solos en la isla, Los Otros viven ahí hace años, y tienen un súper sistema de defensa que los aparta del resto del planeta. Son agresivos y asustan a los accidentados. Encuentran sobrevivientes de la otra mitad del avión, aunque mueren luego de resolver algún misterio o crear un nuevo problema. La isla tiene poderes, y conforma parte importante del destino de algunos de los personajes. El resto lo conocen, y si no, espero que esto les ayude a decidir si hay que perderse o no con este show.

Presento, pues, a modo de apostillas, algunas cuestiones y conclusiones que fui sacando con respecto a la serie y a sus estrellas:

- Jack Shephard: El líder indiscutido. Como decía Jules Winnfield (Samuel L. Jackson, el negro de Pulp Fiction) en su magistral soliloquio: "… blessed is he, who in the name of charity and good will, SHEPHERDS the weak through the valley of darkness, for he is truly his brother’s keeper and the finder of LOST children. And I will strike down upon thee with great vengeance and furious anger those who would attempt to poison and destroy my BROTHERS." Matthew Fox es, una vez más, el papá de todos. Ya nos agotó con sus intensas ganas de ser el gran salvador de sus hermanos huérfanos 10 años atrás en Party of Five. Los creadores de la serie demuestran con esto -y con otros casos, de los que voy a mencionar algunos- que su inventiva no es tan vasta.

- Tom Sawyer: Aventurero adolescente e inmaduro en busca de diversión por cualquier medio y/o acción. Un personaje creado hace 150 años por Mark Twain, integrado a LOST con tan poca imaginación que hasta el nombre es el mismo.

- Ulises: Héroe griego, guerrero, aventurero -él también-, entre tantas otras adjetivaciones que puede recibir el ídolo de La Odisea. Recorre el mundo entre batallas y desafíos extraordinarios, soñando con su vuelta, donde su eterno amor lo espera. A este personaje al menos le cambiaron el nombre: lo llaman Desmond; no así a su enamorada, Penélope, a quien no me sorprendería ver tejiendo en los próximos capítulos. A pesar de no ser original -él tampoco-, es uno de los protagonistas que recomiendo seguir.

- Sayid: Otro de los grandes de la serie. Asusta. Su cara de alegría cada vez que le llega la oportunidad de lastimar a alguien es magnífica. Un momento destacable: están planeando atacar una de las bases de Los Otros para obtener información sobre cómo recuperar a sus amigos secuestrados y presenta su plan (en mis palabras): "vamos de noche, los sorprendemos y nos llevamos a dos de ellos". ¿Para qué dos?, consultan, y con esa sonrisa escalofriante confiesa: "… usaré a uno para hacer hablar al otro."

- Locke: Debe ser el mejor personaje de la historia: durante los 6 primeros capítulos, lo único emocionante es la aparición de John Locke: cuando lo vemos mirándose las piernas, con una sorpresa tan inexpicable como la ley de la relatividad, todos pensamos "¿qué mira este pelado?". Y, al fin, el primer momento emocionante: ¡es paralítico! -lamentablemente para la gran mayoría de los seguidores, cuando empezaron a ver la serie ya sabían algo de esto, por lo que desperdician una de las mejores sorpresas de todo el show.

- Charlie: Rockero drogadicto, recuperado en la isla gracias a nuestro estimadísimo Locke. Aunque también tuvo que superarlo a los golpes: fue, sin lugar a dudas, el más boludeado a lo largo de las tres primeras temporadas (creo que ya comenté eso, que esto es una crítica de las tres primeras temporadas): por Los Otros, por los suyos, por una histérica, la abstinencia. Así y todo, sigue saludando a cada rato con su sonrisa chueca y acento british. Un gran hobbit.

- Claire: La que histeriquea a Charlie. Quiere hacerse la independiente pero es la más segundona del grupo.

- Kate: Feminista cuyo único objetivo en la vida es demostrarle al mundo que puede valerse por sí sola. En pocas palabras: una pelotuda. Una pelotuda a la que, por favor, le pido que ¡se saque ese mechón de pelo de la cara! ¿Será su táctica para tener tantas expresiones que la confundimos con De Niro? Probablemente, Evangeline Lilly sea la peor actriz de LOST.

- Benjamin Linus: Empiezo con un aplauso al nombre de este personaje: Benjamin Linus. Sigo con las palmas arriba por su espectacular actuación (él sí sabe actuar), capítulo tras capítulo. Una de tantas víctimas de "El Juego del Miedo" presenta sus muy buenas cartas para ser el responsable de un porcentaje importante del 3/5 (tres estrellas sobre cinco) otorgado a la serie.

- Hugo "Hurley" Reyes: Otra puntita de una estrella. Me llamó la atención que Hurley logra escapar del cliché del gordo buen tipo que todos quieren. Ojo, lo es: el clásico ‘amigo de todos’, pero también es la otra mitad: el que llora, el que se enoja y el que putea. Al final del día, vive para él, y no sólo para quedar bien. Lo que lo transforma en sólo una puntita de la estrella y no en una entera es haber sido el principal protagonista de la estupidez del famosísimo número (4 8 15 16 23 42): un misterio riquísimo, sin límites; tanto, que no supieron qué hacer con él y lo dejaron de lado.

- Juliet: Otro punto indescifrable del programa. La conocemos como parte de la pandilla de Los Otros, pero vamos aprendiendo que no es de ellos, ni de nadie: engaña tanto a sus compañeros como a los sobrevivientes. No se sabe a qué juega. Lo más intrigante es por qué guarda tantos secretos de gente que no le importa o hasta desprecia.

- El Chino: Tengo la certeza de que más del setenta por ciento de los que miran LOST le dicen El Chino. Se hace el rudo, pero es más manso que Pablito Aimar. Felicito el trabajo de los directores para que pueda comunicarse con la gente sin saber el idioma, cuando no está la traductora, sin la necesidad de inventar que Jin (así se llama) aprende un inglés mágico en un mes.

- Sun: La traductora. La esposa. Vive con cara de sufrida y oprimida, pero en realidad es la que mejor la pasa en el matrimonio: mientras ella anda con amantes millonarios y planea escaparse de su marido, él trabaja esclavizado para su suegro, intentando que lo acepte como parte de su prestigiosa familia. Y en la isla lo tienen cortito, eh…

- Mención especial (especialmente breve): El Sr. Eko es groso como Locke, pero con códigos; Michael termina fastidiando, así que por suerte, por ahora desapareció; de Walt nos babeamos desde la primera aparición, por su misterioso poder, la mayor intriga de la serie -por ahora es otro de tantos signos de interrogación abandonados de LOST; Paulo y Nikki: espectacular aparición: un solo capítulo aislado con una muy buena historia y un final desesperante.

- Temas que quedaron flotando: además de los ya mencionados (números y superpoderes de Walt), los memoriosos seguimos pensando con una ceja levantada en: -Hurley y Libby ya se conocían del manicomio, entonces… ¿? -la humareda negra que agarra a Locke y mata a Eko (se acuerdan que son mis preferidos, ¿no?) vendría a ser…; -hay un oso polar en una playa porque…

La invención de Morel: No, no es otra crítica que LC, administrador de la sección, dividió mal. En esta novela, el protagonista vive en un mundo falso, creado por imágenes proyectadas por una máquina que repite una y otra vez la actividad de un grupo de gente en una semana de descanso en una isla abandonada. La maldad del ingenioso invento se refleja en su principal objetivo: la inmortalidad. Cualquier ser vivo que se expone a la máquina, muere, y renace en forma de video, sin posibilidad de cambiar lo que vivió en el tiempo que se realizó la grabación.

Las similitudes y conexiones que hay entre LOST y esta magnífica novela de Bioy Casares son sorprendentes; desde la idea básica de los pobladores naturales de una isla desierta, pasando por detalles como Jacob (¿Morel?), el invisible aparente creador del "mundo isla". Me parece insensato trazar estas comparaciones sin que ustedes, queridos lectores, estén familiarizados con la obra en cuestión. Los conformo con recomendarles el libro y esperar que creen sus propios paralelismos.

La serie es un hitazo mundial, ahogada en halagos y alabanzas. Cuando empezó, yo la abandoné por falta de emociones; la retomé años después, indignado ante su rotundo éxito, para crear reseñas como esta, para poder argumentar mis puntos ante cualquier fanático Perdido. Así que, si algún seguidor se siente defraudado por mi criticona crítica, espero abiertamente sus respuestas… después de todo, miro LOST sólo para discutir con ustedes.